Pueblito pintoresco para sentarse a ver pasar gente con un agua de chaya con piña en la mano
Excelente para convivir con la naturaleza, el repelente es obligatorio. El lugar es romántico pero también se presta para ir con familia.
Un lugar con vistas increíbles pero un poco inseguro, evítalo si está solitario.
El servicio no es maravilloso pero el ambiente es muy especial. Procura llegar temprano porque a las 8 comienza a hacerse tumulto en la entrada.
El balneario te cobra $40 por entrar. A la altura de los juegos hay una zona con poca corriente y piedras grandes para acostarse.
Un Teatro súper bien diseñado, en todo el piso de abajo se ve muy bien. La acústica es muy buena, además el personal te trata como rey.
Como tienda de diseño es hermosa y tiene muchas opciones. El restaurante tiene buenas ideas pero precios demasiado altos por lo te ofrecen.
Que no te asusten los precios. La mejor época de Palacio son las rebajas y de verdad vas a conseguir muy buenas cosas a muy buenos precios.
Lo más importante es la confianza que te brindan Chris y Mitana para dejar a tu mascota con ellos. Ideal para pasar un rato de calidad con tu mejor amigo de 4 patas.
No tiene muy buenas tiendas, pero arquitectónicamente es muy bonita. Puedes sentarte después de caminar por la 5 de mayo y refrescarte con un agua de pepino y limón.
Lo mejor es revisar la hora del atardecer y formarse 10min antes. Por el precio que tiene, vale la pena el paseo.
Rico, actual, equilibrado y al mismo tiempo hogareño y acogedor. Tienen que visitarlo, pueden pedir varios platillos para probar todo y compartir.
¡Qué delicia! Nada más al entrar comienza a oler rico, precios muy accesibles y cocina casera deliciosa. Antes de irse pidan una galleta calientita.
Chou Fang y té de jazmín son la combinación ganadora, pero todo es súper delicioso. Vale la pena la espera.
