Sandwiches pequeños pero tiernos y con mucho relleno. El de cangrejo es el mejor de la ciudad.
Terraza, Mahou barata, fuentes gigantes de pollo y patatas... Malasaña puede ser cutre, barata y encantadora cuando quiere.
Pequeño asiático con comida rica y barata. El sushi más barato de Madrid, rico y sencillo.
El desayuno con tarta te alimenta para todo un día. La de zanahoria es de cinco pisos y la cheesecake de Oreo está deliciosa.
Una de las terrazas más asequibles del centro. Estrella Galicia muy fría para empezar los sábados noche.
Sala que proyecta tanto clásicos comerciales como títulos que hay que rescatar del olvido. No todas las copias son perfectas, pero el encanto del 35 mm vale la pena.
Una selección muy alternativa de libros, especialmente extensa en poesía.
Cine familiar y encantador, de esas cosas que deberíamos recuperar y proteger para que nunca desaparezcan.
Genial la exposición de Richard Hamilton, hasta mediados de octubre. Es un museo de organización caótica con maravillas que dejan al Thyssen avergonzado.
Fritanga pura y dura a buen precio. Los metros salen rentables, aunque los fines de semana es un poco desagradable.
La sencillez es siempre una apuesta segura. Kebabs (y sólo kebabs) auténticos y a muy buen precio. Un clásico de Argüelles.
Las cosas para compartir y la merienda son mediocres, pero los bagels están muy ricos. Tardan una barbaridad en atender porque hay poco servicio, aunque siempre lo hacen con una sonrisa.
Albóndigas tremendas, patatas riquísimas y especiales del mes que son una locura. Ya no necesito más tuppers de la abuela.
En verano tienen dos copas a ocho euros. Seguro que es garrafón, pero es una buena excusa para una noche de locuras.
Fundamental para vivir la auténtica noche de Malasaña. Decoración loca, buen musicote y un piso de arriba tranquilo.
Los vinos nunca fallan y todo lo de la carta de pinchos está muy rico (sobre todo el hojaldre de salmón, queso y gulas).
El menú de mediodía está muy bien de precio, es sano y llena. Para el verano, lo mejor es la limonada con hierbabuena. El catálogo de películas es muy completo.
El cine con el mejor precio. Siempre hay habituales curiosos a los que, en cuando frecuentas el Doré, coges cariño. La sala de verano es uno de los pequeños secretos de Madrid.
Pequeña librería con una selección de editoriales independientes. Eva, la dueña, es un encanto y te prepara el desayuno en la sala que tienen detrás.
La librería adelante con más encanto de Madrid. El dueño es un encanto y la selección de poesía es de las mejores de cualquier librería.
Tienen todo el catálogo de Acantilado colocado en orden, solo por eso merece la pena la visita. Las presentaciones siempre terminan con una copa de cava.
